Descanse en paz...

La primera vez que lo vi, me impactó: tan recto, tan guapo, tan inteligente y culto. Sus clases eran una delicia, aprendí tanto y amé tanto historia que después gracias a él, terminé mi primer novela que por cierto, le dediqué.

Recuerdo la tarde que le llevé el ejemplar. Estaba en el pasillo junto con María Eugenia Merino y lo abracé. Secretamente, siempre deseé que fuera mi abuelo. María Eugenia presentaría "La Calle de las brujas" la semana siguiente, él sólo sonrío y al abrirlo y ver la dedicatoria impresa para él, me abrazó de regreso...

Ahora guardo sus palabras en mi vida, como una lección de vida más que de clase.
Jaime Casillas, falleció hoy en la madrugada.
Lo quería tanto.
Lo admiraba tanto.

Un día le presté un libro, Auliya, de Verónica Murguía. No me gusta prestar mis libros, pero prestárselo a él, era un honor. Después lo comentamos e incluso me escribió un correo... siempre tan él. Creo que lo amaba. Sí, lo amé. Lo amé en cada clase donde ya nadie faltaba por escucharlo hablar con tanta pasión de las letras que lo inspiraban.
Siempre un hombre tan positivo, inspirador... esa es la palabra... creo que en la escuela de escritores, todos salíamos de su clase con ganas de escribir...

Por un momento, por muchos en realidad, creía que estaría entre nosotros siempre. Tenía tanta vida cuando se fue, que la muerte cometió el peor asesinato. Me quedo con sus películas, con sus letras, con su sonrisa y su mirada.

Gracias, maestro.