Una entrada que duele

Y mucho...

Primero que nada, gracias por todos los comentarios que han escrito. Prometo devolver todos y cada uno de ellos cuando pueda. Ahora mientras los leo, medio sonrío, medio no puedo. Y no puedo porque ahora voy de regreso al hospital.

Nunca había escrito una entrada así, tan personal, tan dolorosa como ahora. Les pido a los que lean esto, independiente de la religión que tengan, que oren mucho por mi bebé. Algunos han sido testigos del embarazo, desde que anuncié que había algo que se movía en mi panza y que amé desde entonces, desde antes. Pocos saben lo dificil que fueron estos 9 meses, pero lo hicimos y en medio de una dolorosa cesarea casi sin anestecia, nació el 12 de Mayo, hace 10 días. Su papá lo cargó, le sacó video, Sebastian no lloró. Es muy valiente y fuerte y por eso que que también va a pasar esto.

Siento impotencia, coraje, tristeza... Quiero en unos días regresar con él a casa, darle de comer, bañarlo, abrazarlo. Por favor, es tan chiquito.

No puedo escribir más, ya no veo la pantalla...

Regresaré, con él, los 3, a casa, cuando lo den de alta, cuando esté bien. Porque va a estar bien ¿verdad?


Tú vas a sobrevivir, te amo tanto Sebatian, pero tanto...