De mi cuaderno del 2003
He dormido en esta cama años enteros. Y recostada en el colchón, mirando el techo parece que nada cambió. No es así. Me equivoqué. Cada vez que abro una puerta nueva, algo se escapa de su interior y matiza la habitación con cientos de tonos sobrios, alegres, tímidos, muertos…
Un suspiro se cuela desde un rincón. Alcanza mi cabello y juega con él. Me molesta. Le encanta fastidiarme mientras escribo; despectivamente lo hago a un lado con el dorso de mi mano y aquel suspiro juguetón, se transforma en un retraído susurro en el fondo de mi closet. Me siento mal por él. No lo merecía. Me acerco a la puerta del lugar dónde guardo mi ropa, la abro, me hago pequeña y lo busco en el piso. Nada. Sacudo los abrigos y sale disparado de uno de los botones hasta el suelo. Lo acuno en mis brazos. Este suspiro no debe morir y mucho menos si apenas ha nacido. Le canto desafinadas canciones de cuna mas no sirven para consolarlo. Está herido por mi desplante y le sugiero llevarlo a mi próximo viaje. No acepta, tampoco se niega. Entro más al closet. Hasta el fondo. La hallo: una pequeña puerta de madera, vieja, desgastada y enmohecida. Toco con los nudillos y se abre rechinando. Entro…
Una melodía llega hasta mi. Es melancólica. Más aún que el mismo suspiro quien se asoma dentro de mis brazos con ojos saltones para observar mejor. Esta él frente a mi. O al menos frente a alguien quien es igualita a mi. Se abrazan. El amor flota sobre ellos y se confunde con las nubes oscuras que los rodean. Comienza a llover y él la toma de la mano, la jala para que se resguarden… ella no quiere. Ama la lluvia. Lo jala a su vez. Acaricia su rostro enojado y empapado; él accede. Se sientan sobre el pasto mojado. El amor se acerca más y más sin que lo vean. Cuando quiere es muy discreto. La tierra se convierte en lodo y el suspiro en un beso que se zafa de mis manos y se deposita en sus bocas. Se transforma en algo eterno. Y la misma eternidad danza ante ellos con las estrellas sin que se percaten de lo que sucede a su alrededor. Lo demás desaparece y quedan ellos. Nada más. No necesitan nada más. La lluvia me moja también. No notan mi presencia. Debo impedir que las lágrimas salgan esta vez, porque sino, pasará exactamente lo que pasó el otro día: inundan mi habitación, los muebles flotan en desorden, se mojan mis zapatos y lo que está debajo de la cama, me empapo los pies y a veces siento ahogarme. Hasta que nado a la ventana, la abro y las lágrimas salen cual cascada a empapar el patio trasero de la casa. (a veces mojan también la ropa limpia que mi mamá ha colgado).
Me apena ver tanto amor frente a mi y no poder compartirlo. Porque esa era yo. Hace algún tiempo, y ahora vivo aquí encerrada en esta habitación construida por los recuerdos, que se apilan sobre mi techo, temerosos de que alguna tormenta los destruya, refugiándose en los huequitos que dejó la pasión vertida por todos lados…
En fin que no me hallo aquí. Ella y él siguen juntos. Ahora cantan canciones que creí haber olvidado y sin embargo atormentan mi presente con su pasado. Mi suspiro está feliz aquí y mejor aquí lo dejo. Los miro con curiosidad. La piel de ella es pálida, no tanto cómo la mía pero si mucho, la de él es morena. La mirada que él proyecta... hace tanto… olvidé esa expresión. De seguro la guardé en algún cajón escondido dentro de una novela rosa para continuar leyendo una de fantasía o de horror. Sí, creo que cuando lo metí ahí, leía una de horror…
Alguien se acerca. Son sus amigos. Pasan a través de mi cuerpo fantasmagórico. Este no es un parque cualquiera. Es París. Desde estos Campos Eliseos, apenas alcanzo a ver la majestuosa sombra de la torre, que los vigila. Hace un rato, le advirtió a ella que lo olvidara. Con cada peldaño que ella subió, la torre más le pedía que lo dejara. Pues Eiffel sabía lo desdichada que sería la pobre joven en un futuro. Pero ella no la escuchó. Nunca escuché y nunca aprendí a poner atención al lenguaje de las cosas, de los edificios, de los objetos que no hablan nuestro lenguaje.
Etiquetas: Fragmentos de mi hablando en Pasado..., Melancolías.
15 Comments:
ahhhhhh, Sandra Becerril se alimenta de mi alma, jajajaja, ya no juego...... mmmmmm. Ya quiero que sea Sabado, besos y bendiciones para Sebastian.
By Miguel Ángel Osorio Hernández, at 12:05 a.m.
Soy el duende 2!! jojojo
A quién me parezco ajjaja
Oye Doña Sandra, no manches, este me gustó porque ver nuestra historia desde afuera si es dificil, pero tú lo haces con una prestesa que bueno...
By Anónimo, at 1:03 a.m.
Totalmente sugerente
besitos
By Anónimo, at 4:57 a.m.
Un relato excelente con un final de impresión. Me encantó leer y disfrutar de tu relato.
Soy español, de Madrid; he asitido a algunos talleres de narrativa con la editorial Fuentetaja y trato de abrirme paso en la literatura desde hace unos años. Fue un placer. Te dejo un saludo desde España.
By josef, at 6:16 a.m.
Oye, si ves por ahi a mi imaginacion, dile que ya regrese sip =( Bueno, despues de mi clase de ingles, que ya tengo algo preparado jeje...
Gracias y buen inicio de semana =)
Saludos artos...
By Bosé, at 9:07 a.m.
Besos, letras ... cualquier cosa que emane de usted 'ñorita Becerril.
Pos ta' bien chido.
UN SALUDO DE CABRONES PARA DON SEBAS, HACE RATO QUE NO CRUZAMOS CAGUAMA O TOLEDANA, COMO EL PAR DE CABRONES QUE SOMOS.
SALUDOS.
By arcgabriel, at 9:22 a.m.
no hay nada de un cuaderno mas viejo? hihihihi digo para ver que era antes del amor que no podias compartir hehehe
By Dacrux, at 9:40 a.m.
También viajé, pero un poco más allá, a principios de los noventas; tal vez lo escriba.
Que tu inicio de semana sea multicolor...
By Exenio, at 2:56 p.m.
Hola mucho gusto y muchas gracias por pasar por mi Space de MSN, lo cree con intencion de difundir un poco de literatura mexicana en Internet ya que no se escribir bien pero me encantan las palabras ajenas, me recomendaron mucho tu trabajo y me gusto ese texto dulzon que se queda en el fondo de mi cabeza cada vez que lo leo. Espero que no te moleste que lo haya tomado (y que el copyright sea respetado en internet), no tenia tus datos para localizarte pero queria que mis contactos te leyeran. Si tienes messenger me gustaria entrevistarte uando no estés muy ocupada. Gracias y que Dios te bendiga. <3AmandaDiamantina<3
By Anónimo, at 5:31 p.m.
Lindo y claustrofóbico relato. Imagino que esa melancolía es pasajera, sino pasada. Me trajiste a la mente la última novela de Auster (viajes por el scriptorium). Un beso.
By Miroslav Panciutti, at 5:53 p.m.
Y del 2003!!! Vaya... como pasa el tiempo... cada día lo haces mejor y mejor y mejor... quiero leer los del 2020 cuando ganes el Nobel jaja
tqm
By Anónimo, at 6:08 p.m.
El... sentirà lo mismo, o algo parecido al sentir de ella ?
còmo hacer para saberlo ?
un saludo de Lunes.
By FENIX, at 7:28 p.m.
Sandrita, paso a actualizarme, me recarga energía leerte.
Besos.
By B West, at 7:43 p.m.
Hola Sandra! pasando a saludar!
Me gusto el post! muy melancolico! como siempre un placer venir a leerte!
besos a sebastian!
By Abbita, at 10:16 p.m.
Que hariamos sin ese dejo de melancolia?
By ✈єℓιzα™ τσdσs lσs Dεяεcнσs яεsεяvαdσs cσρчяιgнτ, at 12:50 a.m.
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