Pa ti...

Me gusta sobre todo tu voz. Esa voz que me cala hasta la médula cuando la escucho cerca de mi… Me gusta tu mirada, esa mezcla de ingenuidad, de niño grande. Tus manos, podría amoldarlas a mi cuerpo… tus arrugas cuando te ríes, esas que parece que tienes desde que naciste… Me gusta tu cabello más cuidado que el mío. Me gusta imaginar un futuro contigo, pero de esas fantasías buenas, con todo y soundtrack. Amo tu lengua. ¿Me dejarías ser tu lengua? Me gusta que leas esto y sepas que es para ti. Me gusta que me quieras, quererte como nadie te ha querido. Más que eso. Puedo amarte más ¿Puedo amarte más? Sí. Siempre se puede.

Me gusta la forma en que tomas el cigarro, esa mezcla de indiferencia. El vicio se me antoja hasta que lo veo en ti. Me gusta mi historia contigo, de esas romanticonas que tanto critico de la demás gente. Y derramar tanta miel que se ensucie esta pantalla. Me gusta ver el rostro de la gente cuando les hablo de ti. Preguntan que porqué no hablo de psicos, muerte, literatura, horror, Tolkien, proyectos. ¿Acaso es verdad? Sip. También es verdad que te amo. Amo amarte. Creo que lo había dicho, pero no me importa. Como diría Pessoa: Amo como ama el amor. no conozco otra razón para amar que amarte. ¿qué quieres que te diga además de que te amo, si lo que quiero decirte es que te amo?.

Me gustan tus brazos, tus piernas… mmmm…. Tus piernas!! Me gusta imaginarte conmigo por las noches, en el desayuno, cuando manejo… con tu voz criticándome lo mal que lo hago… manejar jajaja….

Me gusta extrañarte como hoy, como siempre. Cada vez que me dejas, cada que no estoy contigo. Eres mi digestión mi pluma mi desayuno mi piel mis ojos esa imagen mi sed… ¿Alguna vez te ha pasado que tienes un insomnio horrible? De esos que ves pasar la luna en tu ventana danzando, diciendo: Yo sí puedo y tú no!!! Y de repente encuentras que tu cama es la cosa más deliciosa, apapachadora. Tus sábanas mugrosas de días son suavecitas, calientes. Tu almohada se ajusta a tu cabeza, alrededor, como unos brazos que te mecen con suavidad. El silencio es tranquilizador. Te duermes. A la mañana siguiente no quieres despertar. Tienes que hacerlo, pero te aferras a esa dulce sensación… no sabes si volverás a dormir así en mucho tiempo. Cierras los ojos.

Así me siento contigo…

Eres mi cama…

con todo y las sábanas viejas y apapachadoras

Con todo y esas sábanas viejas y consentidas.