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martes, septiembre 26, 2006

Hace 5 días que no puedo dormir. Anoche ni siquiera logré cerrar por un momento los ojos. Me estoy enfermando de nuevo. Todo me duele como si mis años me cuadriplicaran la edad y mi pasado, vengándose de todo lo que he hecho, se burlara en mi cara diciendo que no soy invencible.

Doy vueltas y más vueltas en las sábanas revueltas pensando que qué diablos será lo que me preocupa tanto. Puede ser una pelea con mi hermana, que extraño mucho a dos que tres personas, que me duele la cabeza, que hay un texto sobre mi escritorio que de tanto llevar ahí, ya está empolvado y lloroso de qu
e no le hago caso.

Pero si no escupo, sino le cuento a alguien lo que sé, moriré con este
secreto en medio de mi almohada.


Anoche concluí que hay un duende debajo de mi cama.


Un duende malo, travieso y horrible que hace ruidos cuando yo escribo, que se roba cosas, que me molesta por las noches… no lo he visto aún, pero lo he escuchado 5 días seguidos. Ayer dejé que una manzana rodara debajo de mi cama y luego cuando regresé, ya tenía pequeñas y voraces mordidas. Hallé un texto mío corregido y tachoneado por letras extrañas y escarlatas. Pero parece que lo que más le gusta es alimentarse de mis sueños, porque ya se me están acabando cuando duermo y brotan por el día cuando camino y voy manejando. Son tantos, la imaginación es tan enorme, gigantesca, que veo claramente lo que podría soñar cuando duermo, igual por el día.

Y el duende se hace cada vez más grandes con ellos, le gustan y se burla de mi pobre mente que no deja de trabajar jamás. Al contrario, trabaja hasta en 5 fantasías a la vez, ¡¡¡me está exprimiendo!!!


Hoy lo confrontaré. Le diré lo mucho que me molesta su actitud. Los demás problemas pueden esperar. Preparé café para tener una agradable charla con él. También maté a mi gato para hacer unas galletitas. Espero que le gusten porque me costó un arañazo, el pobre luchó hasta con lo último. Me habló, me suplicó que no lo hiciera, que al fin y al cabo al duende no le iba a gustar porque su carne era muy dura. Pobre, pero me importa más mi tranqui
lidad.

Ansío dormir una semana seguida, sin soñar…


Ahora el duende sale de su guarida, escucho primero su caminar como arrastrando algo, veo como se mueve la cama, mi corazón se acelera y el platito con las galletas tiembla en mi mano. Un ojo, dos ojos, tres ojos, cuatro ojos, cinco ojos… ¿Cuántos serán?


Pd.- ¿¿¿Todavía no me crees que el arañón que traigo es por mi gato???? Porque si te qu
ejas del chupetón es que el otro día que fui a cazar a los vampiros que habitan en mi jardín cuando recosté mi espalda en el pasto para hallar el norte, uno trató de morderme… pero lo dormí con un cuento que le inventé.

jueves, septiembre 21, 2006

La verdad.

La única verdad, es que no puedo vivir con él. No puedo vivir con su respiración a un lado, con esa mirada que no observa mi caminar, esas manos que me recorren por casualidad. Sólo por una desafortunada casualidad. Por un destino que se marcó hace tanto. Con esa voz. Esa voz que no se cierra en mi boca. Con su boca, que habla sólo frases ciertas, tan ciertas, que lastiman. Con su averno, profundo, indeseable, azabache.
Si yo estuviera vagando por el infierno, guiada por su mano, andaría hasta lo más indescifrable que mi imaginación pudies
e taladrar. He ahí mi pesar. El mayor de todos mis males. No me interesa si se comprenden o no estas palabras. No lo haré por eso. No hay explicación para mi mal. Él es mi virus. Él es mi alivio. Mi decadencia… con ese pecado, no hay solución posible en el paraíso. No existe el perdón de un Dios. De ninguno.

La única verdad es que no puedo vivir sin él. Cuando estamos lejos, mi respiración se torna muda. Si mi mente no alcanza su vida, siento como la locura se atraviesa en mi camino y me hace tropezar. Imaginar un futuro sin él, es verme perdida en la tristeza, la más honda, aquella de la que huimos siempre que podemos. Porque nos gusta la tristeza que se soluciona con facilidad, con una palabra, con un amor, con vino. Esa es buena. La que padezco por él, cuando estoy sin él, es aquella que tenemos, porque si acaso llegáramos a caer en ella, no saldríamos jamás. Jamás es una palabra infinita. Jamás. Desesperación. Al grado máximo. ¿Morder los recuerdos? No. Quizá asesinarlos en una noche en que él no llegue. Morir con ellos. Morir, prefiriendo hacerlo a sentir sin él. Cuando él está a mi lado, puedo sentir que muero por el amor de alguien más, sin embargo, al perderlo de nuevo… no puedo querer. No logro amar. Mi imaginación se revuelca con su imagen y salen estas palabras interrumpidas por un eco. Su eco. Su voz. Nuestra voz. En un pasado, en un hoy que ha durado 8 años. Un hoy seco, mudo, doloroso, con sed.

El asunto es… que estando lejos, puedo escribirle las palabras más exactas para su amor. Para que mi amor no naufrague. Hablar jugando con su voz que me ama a la distancia de un susurro que al llegar a nuestro hoy, se apaga. Muere… estamos juntos y morimos en silencios.
Mas prefiero morir en su silencio que vivir sin sus palabras…

No poseemos nada más que a nosotros dos. No nos hace falta nada más. En realidad nunca me he ido de ti. No puedes deshacerte de mi. No lo hagas nunca. Nunca me dejes ir. Porque mis letras saben a ti. Sería una mentira decir que no estás… Yo quiero estar contigo aunque no lo esté.

Tampoco existe un antídoto que revele su existencia ante esta fatalidad llamada “amor”. Y si lo hay, no importa. Ya no importa. No lo quiero. No deseo salir de este laberinto jamás. No lo haré. A pesar de las lenguas, de los ayeres y los futuros mañanas que habrán de llegar peleando con su pasado, más fuerte que cualquiera. Más fuerte que nunca. Más fuerte que yo. Más fuerte que un nosotros que nadie sabe que existe, pero está, latente, latiendo en mi vida y en cada una de las páginas que he de crear, en un mundo sólo para nosotros dos.

martes, septiembre 19, 2006

Todos invitados...


Presentación del libro:"Antes de que las letrasse conviertan en Arañas"
Presentan:
Graciela Sotelo
Ricardo Bernal
Alberto Chimal
Edgar Omar Avilés

Los autores incluidos son:Arturo Morán, Raquel Castro, Sandra Becerril, Luis Felipe Hernández, Mariana de Montserrat, Guillermo Ríos, Elda Peralta, Hugo Arce, Ruth Ferriz, Alberto Buzali, María Teresa Ponce, Jorge Tulteca, Erika Mergruen, José Antonio Sánchez, Sandra Huerta, Julio Salinas Lombard, Iliana Vargas, Edgar Omar Avilés, Alejandro Sánchez Miguel, Valeria Marruenda, Víctor Hugo Ayala, Angélica García Santa Olaya, Bernardo Fernández BEF, Queta Navagómez y Rod J. M.

Se presentará el miércoles 27 de septiembre, a las 19:00 hrs., en el foro Rodolfo Usigli de la SOGEM (Calle Eleuterio Méndez, Esq. Héroes del 47 N. 122. Entre División del Norte y Tlapan).

Reseña? Pueden leerla aquí

Por allá nos vemos!!!!!!!!

domingo, septiembre 17, 2006

Lenguaje de mi piel: Miradas que matan

No lo había olvidado...
jamás...
A la mirada de un gato con los pies de trapo y la luna a sus pies....
Lenguaje de mi piel: Miradas que matan#comments

Mil gracias....

viernes, septiembre 15, 2006

Polaca y Cookie

Oh!!!!!!!!! Quién te quiere Polacaaaaaa???????

Ah, qué no me crees?

Sí te quiero, lo que pasa es que pos tas allá tan lejos qué... no me interrumpas... no Polaca, no te enojes porque enojada me das miedo... ¡Ah! Ahora resulta que
Checo te quiere más??? No!!!!

Ah!! lo sé, estás celosa por Cookie (la tierna viejita chiquitina)... claro! Esa perra... pero mi amor puede dividirse en dos, en tres, en cuatro (parece que la perra soy yo)...Mejor posa para la cámara antes de que salgas corriendo y me hagas un tiradero de mis escritos... ah, cómo? te comiste mi última novela? Supongo que tú sabes de literatura más que yo... bueno, tomaré en cuenta tu opinión pa la prox.

jueves, septiembre 14, 2006

¿Miedo?

El miedo es mi emoción primaria, no mentí en clase hoy cuando lo dije pues lo descubrí desde antes. Por más que se escondiera confundido entre la melancolía y la tristeza, un día saltó a la vista cuando me asaltaron (por enésima vez). El robo fue un pretexto para que descubriera que el miedo mueve al mundo. Me mueve a mi. Y no le temo.

El miedo está en todos lados, lo respiras en todo momento. El miedo al fracaso me lleva a ser mejor, el miedo a no poder escribir en un futuro hace que esta obsesión crezca, a no cumplir mis metas, el miedo a no ser la niña del 10, a darme por vencida, a enfermar, a engordar, a no dejarlo, a no dejar al otro tampoco, a no dormir esta noche, a ver una película muy mala por la que pagué $47, a ver una película tan buena que me haga adicta. El miedo a que mi computadora un día se descomponga y borre todo lo que he escrito, a que nadie me lea, a que me lean y digan ¡Ah, qué mal escribe!. O… esto no superó lo anterior… El miedo a perder a la gente que amo, me hace amarla más cuando los tengo cerca. El miedo a que todo acabe, a que no pueda acabar la novela, a que la acabe y jamás la publique, a que mi soberbia gane de nuevo. El miedo a que me de migraña 3 veces por semana y que jamás vuelva a disfrutar unos tacos grasosos en mi vida. El miedo a dejar pasar oportunidades. El miedo a la melancolía, a la tristeza, a la alegría porque acaba. El miedo a la ciudad que amo. Miedo a ser coherente y normal. A no poder dormir nunca, nunca más porque este insomnio hoy está de la sheeeet...

El miedo visto desde afuera de la ventana podría ser cobardía. Visto desde la habitación, huele a valor. El miedo es apasionante. El miedo duerme contigo por las noches cuando tienes pesadillas, cuando crees no despertar, cuando te llaman en una madrugada, cuando amas, al caer en un abismo, en la lluvia, en el calor, en las calles solitarias.

El miedo es diferente en cada uno, pero todo el mundo lo siente. Es inevitable. Existe hasta en la fe. Yo creo en Dios, pero creo que creo porque me da miedo estar sola, hablar con las paredes húmedas de mi habitación sin que nadie me escuche, el más allá que cada quien vive a su manera.

He visto el miedo de frente. Lo vi en un sus ojos, en su puño. En mi letra. Jamás lo había sentido así. Lo vi flotando en el reflejo de mis ojos en la sala de operaciones. Lo he leído tantas veces… no en un diccionario frío como de congelador, sino en la amarillenta tez de luna de los escritos. Lo vi agazapado tras las cartas cobardes y risibles de aquella que trató de aplastarme. Lo vi disfrazado de un cinismo estúpido.

Miedo a perder mis ideas, a tener una muy buena mientras voy manejando en periférico, la repita todo el camino y cuando llegue a mi cuaderno no la recuerde. Que esa frase sea la pieza del rompecabezas que me hacía falta.

Resulta que siempre sí… pude haber dicho como emoción no sé… pasión, alegría, invisibilidades que no era yo… y resultó que en una palabra sí lo fui…

sábado, septiembre 09, 2006

Este mes patrio en Shamra en la sección de Inspiraciones tenemos a (chan chan chan chan)
Aeternum vale de: Carlos Serrato
El duelo de: Ricardo Pérez
Fanstasmas de: Marilú Becerril
Absurdos (fragmento) de: César Fernando Montes
Mensaje inesperado (fragmento) de: Rebeca Rohwedder

Los textos están excelentes para que se den una vuelta por allá y además algo de mis ídolos...

En la cripta
de: H.P. Lovecraft.
El color de más allá del espacio
de: H.P. Lovecraft.
El morador de las tinieblas
de: H.P. Lovecraft.
El horror de Dunwich
de: H.P. Lovecraft.
La última pregunta
de: Isaac Asimov

Oh!!! Y en Booktique nuevas adquisiciones para que de paso dejen su huella por la librería virtual. En Noticias continuamos con convocatorias, presentaciones, talleres, y una serie de cosillas bastante interesantes. (Mándanos tu evento)
Y les recuerdo que ya comenzamos a recibir textos para Octubre, así que pueden enviar su propuesta a sbecerril@shamra.com.mx

Los veo por mi mundo alterno...

miércoles, septiembre 06, 2006

Tengo una hora para...

acabar la introducción de esta tesis que me encargaron, amarrarme bien los inamarrables tennis, dejar de pensar en él, escanear las fotos de la boda, escribir este post, terminar de corregir el último texto de la antología, ver feo al perro, reconectarme a esta mierda de internet, enviar el mail que he aplazado durante años, dejar de pensar en él, cambiar los pantalones porque el café que tiré en la mañana no les va, tomar un trago de agua, suspirar, dejar de pensar en él, bajar las botellas de agua de mi recámara, recargar la pila de mi lap, visitar ese espacio que me trae loca, aceptar que siempre he estado loca, dejar de pensar en él, hacer que aquel que piensa que me refiero a él sepa que no es él en realidad sino el otro que me hizo creer que era, concentrarme en mi trabajo, dejar para la noche las fantasías y los sueños-ojos-abiertos, encender mi cigarro, limpiar el cenicero donde no cabe una colilla más, bañarme, preparar mis cosas apra salir corriendo a la Universidad, dejar de pensar en él...

sábado, septiembre 02, 2006

Antes de que las letras se conviertan en arañas


Ésta es la portada de Antes de que las letras se conviertan en arañas, antología de Edgar Omar Avilés que reúne 25 textos de otros tantos autores; el libro (una hermosa edición del Instituto Mexiquense de Cultura) estará a la venta próximamente en diferentes librerías...

Por ahí encontrarán un texto mío además de excelentes escritores (la mayoría de fantasía o CF) ya reconocidos como son:
Alberto Buzali, María Teresa Ponce, Erika Mergruen, José Antonio Sánchez, Sandra Huerta, Julio Salinas Lombard, Iliana Vargas, Edgar Omar Avilés, Alejandro Sánchez Miguel, Valeria Marruenda, Víctor Hugo Ayala, Angélica García Santa Olaya, Bernardo Fernández BEF, Queta Navagómez, Rod J. M.

Les estaré avisando de las presentaciones por si alguien se anima a ir a festejar con Chimal y sus ex alumnos