Libertad
Yo creo... que la libertad es muy relativa y en verdad pocas veces la he sentido como tal, pero sí puedo confesarles que la disfruté en su máximo esplendor en estos viajes que he andado haciendo. Pude dejar a un lado todo lo que traemos cargando (problemas, estudios, dinero, amores pasados, futuros, etc) y vivir. Así, aunque sea un minuto, una hora, un día entero. Vivir, nada más, sin ninguna máscara, sin horarios, sin importar que sea de día o de noche. Abandonarse a respirar y botar el miedo a la basura. Poder sentarse en un lugar donde nadie te ve -o sólo esa persona que quieres- y fumar viendo la noche, sentir el frío frío FRIO en tu rostro y perderse en el infinito. Sentir que si Dios existe, está ahí, contigo, en ese momento. Poder hablar de lo que se te dé la gana, lo que sea, como vaya saliendo. sonreír, toser, llorar, bailar. Mi libertad consiste también en cerrar los ojos y verlo. Saber que cuando los cierro, los cierra también y me ve. Fue despertarme a su lado, decir: ah, es él... Y seguir durmiendo. Estirar el brazo y alcanzarlo. (Bien decía Hegel que la libertad es una necesidad comprendida.)
Para amar, no se necesita que ellos/ellas te lo permitan. Sólo amas y eres libre amando y sintiendo.
Ya lo había dicho en alguna cursientrada anterior, pero en sus ojos, hallé esa clase de libertad. Me lo dijo también el otro día: la encontró en mis sonrisas y en los besos que dejaron de ser prohibidos. A mi antes me daba miedo que cuando dejaran de serlo, perdería el chiste... y no... ganamos mucho mucho más. Y lo que falta porque... somos libres... así... y ya...
Y ya porque me he pasado éstos días anteriores no sólo con los de producción, sino también preparando la nueva casa a la que nos mudamos ayer (¡sorpresa!)... qué de cosas salen en una mudanza (¿de dónde salieron todas éstas cajas?), todo lo que se tiró, todo lo que se compró, etc, etc... ando con una sonrisa en la cara desde hace meses, muchos textos nuevos que brotan y brotan y no se detienen, como fuente, así... en fin... quería contarles que hoy preparé el desayuno en la nueva cocina y estoy fascinada porque tiene chimenea en la sala y ahora sí podremos esperar a Santa jojojo o al menos, llenarnos de ceniza cuando intentamos prenderla... gustan un café?
Etiquetas: amor, nada que hacer. Mi mala influencia